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Petroglifo de Atabey en Caguana, Utuado, Borikén |
La
Religión Ancestral Taína o Jaití es la religión original de Borikén (PR) y el
Caribe Taíno. Es el culto a los Cemíes y a los ancestros. Los Cemíes son
diferentes manifestaciones de Ceming (el Cemí mayor Yaya). Yaya significa suprema esencia y causa
primaria de vida (Dios). Los Cemíes son deidades y emisarios entre el mundo
espiritual y el mundo humano, cada uno de ellos controla un aspecto específico
de la naturaleza y de la vida humana. Los Cemíes están dispuestos a ayudarnos y
a encaminarnos siempre y cuando se logre una relación saludable de respeto y
honra hacia Ellos. Estos seres divinos de nuestros antepasados estan tan vivos
hoy, como hace 500 años. Como parte del movimiento de restauración de nuestra
cultura Taína, ya en Borikén (Puerto Rico) hay muchas personas que
practican algún tipo de espiritualidad Taína. Algunas de estas personas
pertenecen a grupos de reconstrucción cultural Taína y otros no, pero son muy
pocos los que entienden que además de una espiritualidad, el Taíno tenía una fuerte
y excelente religión muy marcada y establecida, con ceremonias y un panteón de
deidades establecido con jerarquías. Son muy pocos los que se mantienen
completamente tradicionales a lo que sabemos fue la Religión Taína.
Contrario a
lo que nos han enseñado en las escuelas e instituciones locales, la Religión
Taína es muy compleja y contiene un sistema además de espiritual, uno filosófico,
teológico y psicológico muy completo y aplicable para estos tiempos modernos. La
Religión Taína tiene paralelos con otras “grandes” religiones. Esta comparte algunas
enseñanzas del Cristianismo como el diluvio universal y un Dios que brinda pan
de vida a su pueblo y que tiene principio material femenino más no tiene
principio masculino y es inmortal (como Jesús). También comparte enseñanzas del
Budismo y otras religiones del Oriente como el coima (ayuno en Taíno) y otras
disciplinas sobre el cuerpo como la práctica de la paciencia, la ética y el autocontrol.
El Jaití
es una religión de la naturaleza. En ella está el conocimiento original sobre
el uso medicinal y espiritual de las plantas nativas de las Islas del Caribe; y
el significado ecológico, simbólico y espiritual de los diferentes animales de
nuestro archipiélago nacional. La Religión Ancestral Taína nos da un verdadero
sentido de identidad de quienes somos y nuestra relación como humanos con
nuestra sagrada Tierra Borikén. La práctica de ella nos ofrece un sentido de
integridad total para conocernos, comprendernos y aceptarnos como isleños y como
caribeños. Con este conocimiento entenderemos el valor de nuestra flora y
fauna, de nuestros recursos naturales de los cuales muchos son sagrados, en
fin, veremos la isla como debe ser de una manera diferente, espiritual y
sagrada. Estaremos más orgullosos de esta tierra y de quienes somos como
Boricuas, como Puertorriqueños y como Caribeños.
El Jaití
posee fundamentos éticos y sociológicos muy aplicables a la humanidad moderna
como el valor del amor, el valor de la familia, el honor, la lealtad, el
coperativismo, el respeto a los ancianos y el importantísimo rol de la mujer. A
diferencia de las “grandes” religiones, la religión Taína es una básicamente
chamánica y de ceremonias mágico religiosas que son transformadoras y llenan de poder al
creyente para cambiar su vida y entorno de manera radical y positiva, le brinda
herramientas muy útiles para solucionar problemas personales y los problemas de
hoy en día. El Jaití es un camino para los que no se sienten llenos con las creencias
de las religiones convencionales y desean un contacto mucho más íntimo y
personal con el Ser Supremo y sus servidores los Cemíes, pero sobretodo es un
camino para todas las personas que desean una religión que se relacione con su
herencia.
Como practicante moderno
de la Religión Taína es mi responsabilidad de salvaguardar con gran precisión y
exactitud las tradiciones originales de nuestros ancestros y de promoverlas así. Sin embargo, como la tradición oral de
aquellas prácticas religiosas está incompleta, la reconstrucción y rescate de
la religión Taína se hace más compleja y trabajosa, por lo tanto, hay elementos
que han sido añadidos de una manera responsable y en acuerdo con la historia
para llenar las lagunas que existen por causas de la colonización, genocidio y
violación de los derechos fundamentales humanos ejecutados por los Españoles y
la religión Católica en la conquista de nuestros ancestros Taínos. Reconozco
que hay detalles que aún están por esclarecerse y que éste es un proceso en el
cual se aprende todos los días. Quiero hacer notar que soy muy estricto y serio
en cuanto a no mezclar nuestra religión. No sincretizo con ninguna otra espiritualidad o religión. La Religión Taína no es
Espiritismo, Santería Yoruba, Vudú, Palo Mayombe, Wicca, Gnosis, ni tampoco es
una modalidad del New Age. Esta es la
restauración de la religión ancestral Taína en forma moderna y para tiempos
modernos. No tengo nada en contra de las prácticas antes mencionadas. Las
respeto y las aprecio como que he sido practicante de todas ellas (a excepción
de la Gnosis), pero he elegido seguir el camino espiritual que me corresponde.
La restauración del Jaití
se logra irónicamente, en parte, por los escritos que dejaron los cronistas
españoles; por el conocimiento oral del jíbaro (hombre de la montaña) el cual
es heredado directamente de los Taínos y, por medio de la inspiración,
información y canalización que llega através de los tequinas (maestros)
espirituales Taínos.
Bienvenidos sean todos
esos Boricuas que han despertado a la conciencia Taína y al resto de los hermanos
puertorriqueños y a todos los seres humanos del Mundo. Estas puertas están
abiertas para tod@s los que sientan y deseen aprender de las tradiciones
espirituales y religiosas Taínas sin importar su color, su herencia, su raza,
ni la religión que profesen. Lo importante es tener buena actitud, ganas de
aprender y tener respeto hacia sí mismos, hacia los demás seres humanos, hacia
los animales y sobretodo respeto y un buen corazón hacia nuestros ancestros
Taínos y los Cemíes.