Jicaco (Hicaco) es una de nuestras frutas nativas. Los Taínos la conocían muy bien no solo por su rico y dulce sabor, sino también por su uso medicinal y su uso como ofrendas para unos cemíes en específico. Estas frutas las producen unos arbustos que crecen cerca de las costas, pueden ser blancas, rojas o violetas. Nuestros ancestros usaban sus hojas y las semillas para hacer una tinta negra con la cual pintaban las cestas y sogas para que no se pudrieran. De las semillas también hacían jabón, sacaban aceite y hacían algo parecido a una vela, pues son flamables. Como planta medicinal, las hojas y corteza se usan para tratar la diarrea, la diabetes y problemas de la orina.
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